Actualidad

Chile podría haber perdido más…

La delegación peruana salía de la Sala muy diferente a la forma en que había entrado. Ya no estaban sonrientes y se esmeraban en mantener una expresión neutra.

Por: Por Alejandra Rivera, enviada especial a La Haya | Publicado: Martes 28 de enero de 2014 a las 05:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Imagen foto_00000006Eran las cinco de la tarde y ya estaba oscuro en La Haya cuando el eslovaco Peter Tomka, el presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) finalizaba, tras casi dos horas, la lectura de la sentencia de fallo por el diferendo marítimo entre Perú y Chile.

A las 14:30, media hora antes de que iniciara la lectura, la delegación peruana, liderada por el agente Allan Wagner, se veía sonriente aunque sin excesos y trataba de mostrarse animosa ante las decenas de cámaras de diversos países que a esa hora capturaban las imágenes previas al histórico fallo.

La delegación chilena, en tanto, encabezada por el agente Alberto Van Klaveren y unos 15 integrantes del equipo que llevó adelante la causa, lucían tranquilos y más bien cautos. No abundaban las sonrisas. No obstante, Van Klaveren, uno de los últimos en ingresar al “Hall of Justice” , de acuerdo al programa, se dio el tiempo para responder una pregunta a la prensa –totalmente fuera de protocolo- , señalando que estaba tranquilo porque Chile había hecho todo lo que se tenía que hacer.

Poco a poco fueron ingresando los 16 jueces, de los cuales sólo ocho ostentan el cargo con anterioridad a la presentación de la demanda en mayo de 2008.

Una hora y 45 minutos le tomó al juez Tomka leer el resumen de la argumentación y 15 minutos, la sentencia, que constó de cinco puntos, cada uno de los cuales comenzaba con la palabra “decides” con el número de votaciones a favor y en contra.

No se vieron las caras de las delegaciones durante este lapso, pues la prensa estaba alojada en una sala aledaña. No obstante, cada uno de los rostros de la casi treintena de periodistas agrupados en este espacio reflejaba cierto nivel de ansiedad que aumentó cuando el juez Tomka proyectó láminas que identificaban claramente la mantención de paralelo hasta la milla 80 y luego, un quiebre, que era una de las hipótesis más escuchada durante las últimas semanas.

La CIJ es el órgano judicial principal de Naciones Unidas. Opera en el Palacio de la Paz, un edifico de estilo neo-renacentista que data de 1913. Aquí todo es muy protocolar: la vestimenta de los jueces las ubicaciones, los horarios. Por ejemplo, el demandante y el demandado siempre ocupan la misma sala tras la lectura de los fallos, la número 25 y la 1, respectivamente. La delegación demandada se ubica en el lado izquierdo del Salón de la Justicia y la demandante, en el derecho. En la primera fila los agentes y litigantes principales, quienes son los últimos en entrar tras el ingreso de su delegación. Por eso no fue de extrañar, cuando el jefe de prensa anunció –extraoficialmente- que la lectura concluiría a las 17:00. Así fue.

El ambiente a la salida ya se notaba cambiado. La delegación peruana salía de la Sala muy diferente a la forma en que había entrado. Ya no estaban sonrientes y se esmeraban en mantener una expresión neutra. Fueron los primeros en dar la declaración oficial. El agente Allan Wagner, flanqueado por los miembros de su equipo, leyó una declaración muy oficial de 3 minutos y 13 segundos de duración, en la que evitó referirse al resultado del fallo. Dos puntos merecieron la atención: el envío de un “saludo especial “a la “heroica Tacna” y el homenaje a “mi maestro y amigo, el embajador don Miguel Bácula que inspiró mi misión en este proceso”.

La declaración del agente chileno, Alberto Van Klaveren, por el contrario, no eludió referirse al resultado a lo largo de los 4 minutos y medio en que habló con un equipo detrás que expresa diferentes emociones. Junto con afirmar que el fallo era vinculante, destacó que la Corte “ratificó la vigencia del paralelo limítrofe que pasa por el hito 1 como la frontera marítima de Arica para todo efecto” y lamentó la reducción de la extensión del paralelo de 200 a 80 millas.

Dos puestas en escenas muy diferentes. Dos actitudes diferentes. Una cauta y evasiva, otra que apuntó directamente al grano. La percepción que había entre los asistentes evidenciaba una suerte de alivio, pues se trató de un fallo que buscó concederle algo a cada una de las partes. A Perú le otorgó la equidistancia y la explotación exclusiva y completa de una zona –aún no medida- que no cuenta con recursos pesqueros, y a Chile, le reconoce la existencia del paralelo desde el hito 1, por lo tanto, también del hito, hasta la milla 80, es decir, mantiene la zona de exclusividad económica en el espacio donde efectivamente están los recursos cruciales para Arica.

Lo más leído